LÍDERES: Barça 3 - 1 Sevilla

Ronaldinho -con dos goles- lideró la victoria del Barça ante el Sevilla en el 'partido sin cámaras'. Rijkaard le ganó la partida a Juande Ramos y el Barça ya es líder en solitario

Como se preveía, el 'partido sin cámaras', el Barça-Sevilla, el primer gran duelo de este octubre loco fue un espectáculo de goles y buen fútbol.

Una buena noticia para los poco más de 91.000 privilegiados que pudieron asistir al Camp Nou. Mala noticia para los miles de aficionados al fútbol que se quedaron sin poder ver el partido televisado por culpa del desencuentro de unos directivos en los despachos.

En lo deportivo Rijkaard sorprendió dando entrada a Xavi e Iniesta junto a Motta en la medular. Messi por Giuly y Gudjohnsen por Saviola eran las otras apuestas del holandés.

La pelea enseguida se vio que sería muy táctica, con mucha presión del Sevilla en la zona ancha donde Poulsen y Renato 'mordían' a Iniesta y Xavi. Pero el de Fuentealbilla está fino y, con Motta picado en su orgullo tras las últimas críticas recibidas, el pulso fue torciéndose a favor de los azulgranas.

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Ronaldinho calló el debate de los últimos días sacando su mejor juego. Además de ofrecerse, el brasileño sacó faltas con peligro y apuntó a su mejor juego. Su única laguna de la noche fue obviar las subidas de Alves.

Precisamente desde el lateral sevillista llegó el primer aviso visitante. Un centro suyo lo remató con peligro Luis Fabiano (23) pero Valdés, muy concentrado todo el tiempo, desvió bien a córner. Y, lo que son las cosas, el consiguiente saque de esquina se convirtió en la primera jugada polémica del partido. Escudé, en pugna con Motta, remató a gol pero el colegiado anuló la jugada por supuesta falta del francés sobre el hispanobrasileño.

Y, caprichos del fútbol, justo en la siguiente jugada ('25), un contraataque del Barça terminaba con un derribo de Belletti en el área visitante -a pies del propio Escudé- para que el árbitro señalara penalty. Ronaldinho tomó el balón en sus manos y engañó con maestría a Palop para adelantar al Barça ('27).

La jugada dejó a Belletti lesionado en el hombro derecho y Rijkaard tuvo que dar entrada a Zambrotta en el lateral derecho.

Mientras, el Sevilla reaccionaba con un certero remate de cabeza de Renato pero Valdés, otra vez, detuvo en la misma línea de gol ('35). Era el anticipo del que sería el empate del Sevilla porque en la siguiente jugada un centro de Alves era prolongado por Renato y remachado por el gigante Kanouté, la pesadilla del Barça, al fondo de las mallas de Valdés.

El empate enfrió el ambiente pero sólo hasta que lo dictó Ronaldinho. El brasileño plantó el balón en el suelo y sirvió magistralmente una falta -cometida por Alves sobre él mismo- desde la frontal ('38), una falta tan ajustada que hizo inútil cualquier estirada de Palop. Un 2-1 reparador para un Barça que certificaba el retorno del mejor Ronaldinho.

CAMBIO DE PAPELES, REVANCHA Y LIDERATO

La ventaja lograda en la primera parte provocó un cambio de papeles. El Barça, con la lección de Mónaco bien aprendida, se dedicó a esperar mientras el Sevilla se veía obligado a buscar el balón y el gol.

La presión sevillista se vivía en el campo pero también en los banquillos. Una airada queja del técnico visitante Juande Ramos terminó con su expulsión ('68). Él se fue con sus lamentos pero contagió a sus jugadores que ya no dejaron de pedir explicaciones por cada pequeña jugada polémica.

Ante tal tesitura había que amarrar y Rijkaard dio entrada a Giuly por un ovacionado Ronaldinho para que peinara la banda.

Un cambio que fue el preludio de la sentencia. Xavi controló un balón imposible enviado por Márquez desde la defensa, condujo con temple y sirvió para que Messi la liara en el área. El argentino se inventó el gol de la tranquilidad a su manera, con una pausa, un cambio de ritmo y la definición de un genio: 3-1 ('80).

Saviola por Gudjohnsen fue el último movimiento táctico de Rijkaard, el otro gran triunfador de la noche junto a Ronaldinho. Y el partido no dio para más. El técnico holandés le ganó la partida a un desquiciado Juande Ramos y convirtió el partido sin cámaras en la revancha de la Supercopa. El Barça empieza su particular octubre loco de la mejor manera posible: ganando, convenciendo y liderando la tabla en solitario. Siguiente parada: Chelsea.