A la siguiente fase: BARÇA 0 - 0 Sevilla

El Barça ha conseguido clasificarse para los cuartos de final de la Copa después de empatar 0-0 con el Sevilla en el Camp Nou y ha hecho bueno así el gol anotado en la ida. El encuentro ha estado marcado por la tensión vivida hasta el final.

El 1-1 de la ida permitía al Barça afrontar el encuentro con la seguridad de saber que sin ningún gol en contra pasaría a los cuartos de final. Y eso es lo que ha hecho el conjunto de Rijkaard, el menos goleado en la Liga, esta noche ante el Sevilla: se ha mostrado como un bloque sólido y concentrado que ha impedido a los visitantes anotar ningún gol, y eso que los andaluces llevaban 15 eliminatorias -entre Copa del Rey y UEFA- ganadas de forma consecutiva.

El Sevilla ha planteado el partido al igual que los azulgranas, a pesar de que los andaluces sí que necesitaban un gol para pasar de ronda. Manolo Jiménez nunca ha buscado el gol de manera evidente y, cuando ha avanzado las líneas tímidamente, se ha encontrado con una segura defensa azulgrana. Resultado: clasificación para el Barça en un encuentro en el que no se ha visto ninguna clara ocasión de gol y en el cual sí ha habido muchos nervios y tensión.

Mandan las imprecisiones

Un Iniesta que volvía a la titularidad ha sido el principal referente ofensivo azulgrana en los primeros minutos de partido, con un tiro desviado (min 4) y una jugada individual (min 16) que no han acabado en gol por poco. El encuentro, sin embargo, no ofrecía muchas ocasiones. Los dos conjuntos estaban más pendientes de mantener la portería a cero que de conseguir el gol y, así, cuando un equipo atacaba el otro se cerraba atrás, impidiendo construir al que tenía la posesión. Las imprecisiones en ataque eran continuas.

Henry y Gudjohnsen lo prueban

El mejor momento azulgrana en este primero tiempo ha llegado pasada la media hora de partido, cuando un contragolpe de Giovani y Henry ha acabado con un tiro desviado del francés (min 32) y cuando Gudjohnsen ha rematado demasiado alto desde la frontal del área (min 34). El Sevilla, a pesar de poder contar finalmente con Luis Fabiano arriba, sólo amenazaba a Valdés a balón parado. La emoción y la tensión estaban presentes, ya sólo debía mejorar la calidad del encuentro.

Ninguna ofensiva visitante

En la reanudación, sin embargo, todo ha continuado igual y en el campo existía la sensación de que todo estaba aún por suceder. Eso, si es que sucedía algo. El juego del Barça, pese a todo, había mejorado. Los de Rijkaard eran los amos del balón y del centro del campo, a pesar de no gozar de ninguna clara ocasión de gol. El Sevilla, por otra parte, era inoperante en ataque y no parecía que necesitase un gol para acceder a cuartos.

Vuelve Deco

En el minuto 68 de partido Rijkaard ha dado entrada a Deco, ausente por lesión en los últimos partidos. Con él y Bojan –que había entrado en el 55 por Gudjohnsen- sobre el césped, el Barça miraba de otorgar frescura y más movilidad a su juego, cosa que ha conseguido pero que no le ha dado el fruto del gol.

Incertidumbre y nervios finales

Los minutos pasaban y el Sevilla, que paulatinamente sí que ha ido estirando líneas, se iba acercando al área de Valdés: Alves, con un lanzamiento al larguero (min 82) y un gol de Navas en fuera de juego (min 85) han puesto el miedo en el corazón azulgrana, que recriminaba al árbitro que no silbase de manera equivalente a los dos equipos.

Ya en el tiempo añadido, Bojan e Iniesta han tenido la oportunidad de hacer el 1-0, pero De Sanctis ha rechazado bien en las dos ocasiones. Finalmente, las defensas se han impuesto y eso ha beneficiado al Barça, que ha sabido hacer bueno el gol de Henry en campo contrario.


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